Un proceso es eficiente cuando se ha utilizado la menor cantidad de recursos y esfuerzos para alcanzar altos niveles de calidad en el producto o servicio final ofrecido al cliente alcanzando así la productividad, sin embargo cuando no se logra optimizar el uso de recursos ni disminuir costos en un proceso, se cae en la ineficiencia operativa que consume grandes cantidades recursos, tiempo y dinero llevando a la empresa a sufrir pérdidas económicas y por lo tanto a mermar la rentabilidad.

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De acuerdo con el observatorio de economía digital en Colombia el 69% de empresas en América Latina reconoce tener ineficiencias operativas que le consumen recursos del negocio adicionalmente el artículo indica que la implementación de nuevas tecnologías puede ayudar a incrementar en un 45% la eficiencia de los negocios.

Para promover y alcanzar la eficiencia operativa en las organizaciones es necesario cumplir con algunos pasos previos como establecer un mapa de los procesos de la empresa, identificar oportunidades de mejora en cada proceso, seleccionar los procesos que requieren automatización, implementar nuevas tecnologías que den soporte a la ejecución de los procesos y permitan su estandarización, y mejora continua.

La eficiencia operativa va más allá de ofrecer productos y servicios de calidad, la eficiencia involucra todos aquellos procesos atrás de un producto o servicio, como compras, fabricación, gestión financiera, almacenaje tecnología, etc. Por lo tanto una empresa eficiente tiene un control adecuado en todas sus áreas, reduce problemas, mitiga riesgos, y se adapta rápidamente a los cambios del entorno.