Seguramente se nos hace familiar haber presentado un excelente informe de auditoría, en una área donde tenemos mucha experiencia, fruto de muchas horas de revisión, supervisión, totalmente sustentado pero que simplemente no trascendió en la organización o inclusive terminamos con comentarios no muy positivos de nuestro trabajo como auditores; comentarios como: “Esto ya la sabemos”, “¿Qué valor agrega este trabajo?”, “No estoy de acuerdo con sus conclusiones”, entre otras que vienen a mi cabeza…
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¿Como los auditores podemos convivir o superar estos ambientes de control?
Pienso en dos escenarios:
- El auditado sabe que puede influir con sus comentarios en nuestro ánimo, y aprovecha nuestra inteligencia emocional a su favor.
- La audiencia no está interesada en nuestras conclusiones y esperan otro tipo de valor.
Ambos casos no tiene que ver con la calidad del trabajo, el cual sin duda debe ser de muy buena calidad. Estas situaciones están más relacionadas con tu capacidad de relacionarte con tu audiencia. Si bien existen casos en los que la relación a largo plazo con el auditado no es relevante, como una investigación confirmada de fraude, la mayoría de nuestros trabajos tiene un impacto en nuestra relación en el corto, mediano y largo plazo.
Si bien podemos extendernos ampliamente en las competencias que debemos desarrollar, así como en la estrategia de comunicación adecuada para cada informe, resumiré todo en esta frase, “cuida tus relaciones en el corto y largo plazo”
¿Cómo podemos evitar, anticiparnos a estos escenarios; o inclusive aprovecharlos a nuestro favor? Si tienes alguna experiencia déjala en los comentarios.
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